Introducción
Tenochtitlan, la capital del Imperio Mexica, se erigió en el corazón del Valle de México sobre el Lago de Texcoco, convirtiéndose en una de las ciudades más impresionantes y avanzadas de Mesoamérica. Su fundación, que según la tradición ocurrió en 1325, marcó el inicio de una civilización que fusionó arte, arquitectura, política y espiritualidad de manera única. Hoy, al conmemorar los 700 años de su fundación, es esencial explorar su génesis, estructura urbana, legado cultural y la trascendencia de su cosmovisión.
Orígenes y Fundación
La leyenda mexica narra que los fundadores de Tenochtitlan, conocidos como los mexicas o aztecas, recibieron una señal divina: un águila posada sobre un nopal devorando una serpiente. Este presagio los condujo a establecerse en una isla del Lago de Texcoco, donde fundaron la ciudad el 13 de marzo de 1325, según el calendario mexica . Aunque la fecha exacta es objeto de debate, este evento marcó el inicio de una civilización que, en poco más de un siglo, alcanzaría su apogeo.
Estructura Urbana y Arquitectura
Tenochtitlan era una ciudad insular conectada al continente por tres calzadas de piedra que facilitaban el acceso y el comercio. Su planificación urbana reflejaba un profundo entendimiento de la astronomía y la cosmovisión mexica. El centro de la ciudad albergaba el Templo Mayor, un complejo religioso dedicado a Huitzilopochtli, dios del sol y la guerra, y a Tláloc, dios de la lluvia . Este templo, con una altura aproximada de 45 metros, era el epicentro de la vida religiosa y política de la ciudad.
La arquitectura mexica se caracterizaba por el uso de materiales como el tezontle y el estuco, y por la construcción de terrazas y pirámides escalonadas. Las viviendas y edificios públicos estaban organizados en barrios, cada uno con su propia identidad y funciones específicas .
Avances Tecnológicos y Urbanismo
Los mexicas demostraron una notable habilidad en ingeniería hidráulica. Construyeron un acueducto de 4.5 kilómetros que transportaba agua potable desde los manantiales de Chapultepec hasta los atlacualo de Tenochtitlan . Además, desarrollaron el sistema de chinampas, islas artificiales que permitían la agricultura intensiva en el lago, asegurando el abastecimiento alimentario de la ciudad.
La planificación urbana de Tenochtitlan también incluía un sistema de drenaje avanzado y un mercado central en Tlatelolco, que era uno de los más grandes de Mesoamérica y un centro neurálgico de comercio y cultura.
Cosmovisión y Sociedad
La religión y la cosmovisión mexica permeaban todos los aspectos de la vida en Tenochtitlan. El Huey Tzompantli, una estructura que sostenía miles de cráneos humanos, era un recordatorio del poder militar y la devoción religiosa de la ciudad . Las ceremonias, muchas de ellas vinculadas a sacrificios humanos, eran realizadas para honrar a los dioses y asegurar el equilibrio cósmico.
La sociedad mexica estaba jerárquicamente estructurada, con el tlatoani (emperador) en la cúspide, seguido por nobles, sacerdotes, guerreros, artesanos y campesinos. La educación era fundamental, y existían calmécacs (escuelas) donde se formaban futuros sacerdotes y guerreros.
Legado y Destrucción
En 1521, Tenochtitlan fue conquistada por los españoles liderados por Hernán Cortés, con la ayuda de pueblos indígenas aliados. La ciudad fue destruida y sobre sus ruinas se edificó la actual Ciudad de México. Sin embargo, el legado de Tenochtitlan perdura en la cultura, el arte y las tradiciones del México contemporáneo.
En 2025, al conmemorar los 700 años de su fundación, se han realizado diversas actividades culturales que destacan su herencia prehispánica, incluyendo escenografías históricas, monumentos y danzas tradicionales
Conclusión
Tenochtitlan fue mucho más que una ciudad; fue un reflejo de la grandeza de una civilización que, a pesar de su caída, dejó una huella indeleble en la historia. Su legado continúa siendo una fuente de orgullo y estudio, recordándonos la riqueza cultural y la complejidad de las sociedades prehispánicas.}
Referencias: